Permanencia y constancia, son los puntos factor para que la familia Ríos a través de la cerámica precolombina colimense haga un reflejo de conservación cultural, Memo Ríos y todos sus hermanos tienen un dominio del color, del quemado, las formas y la pátina. Actualmente el símbolo cultural más importante es el perro; que es el único que culturalmente se han proyectado al exterior de nuestro estado. Su trabajo es, además de un puente, un gran eslabón que más adelante será parte de nuestra cultura popular, como una manera de generar valores en el interior de las familias colimenses”.
Guillermo Ríos lo mismo elabora una figura de barro pequeña, estilizada, que una escultura monumental que forma parte de la identidad urbana del Estado, ya que tiene obras grandes en glorietas de Tecomán y en Villa de Álvarez, la ya célebre figura de los “Los Perritos Bailadores”, que en realidad, representa la transición del poder; esto es, la enseñanza, la transmisión del conocimiento del perro grande a su cachorro y no dos perros bailando, como comúnmente se cree.